A través del Blog de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones nos llega una información que seguro que nos hace a muchos preguntarnos qué lógica siguen las operadoras cuando se preocupan más por captar clientes de compañías ajenas antes que mantener a los suyos propios.
Se cifra en un 9% el porcentaje de usuarios que han realizado una portabilidad en el último año (respecto al 14% anterior). Pese al descenso, saber que uno de cada 10 usuarios cambia de compañía anualmente es una barbaridad. Gracias a la Guía del Amago ya conocemos las ventajas para los usuarios pero ¿qué beneficios obtienen las empresas? Al parecer, pocos.
Bueno, en realidad nadie va a pensar que pierdan dinero, pero los ingresos serían mayores si se centrasen en su servicio en vez de robar clientes de otros a costa de traer descontento, frustración y quebraderos de cabeza.
Cuando vemos como se maltrata a los clientes estables respecto a los de nueva entrada, pierde todavía más sentido la formula de la portabilidad.
¿Cuanto cuesta robar un cliente?
Si leemos los datos que publican desde Budde Blog, atraer a un usuario de otra operadora cuesta hasta 10 veces más que mantener a uno que ya pertenece a la compañía. Lo gastos de promoción, servicios de captación, así como todo lo que representa un traslado desde luego, tienen un precio.
Mientras sigamos con servicios del todo mejorables, no será de extrañar que el 28,7% de los españoles se den de baja en alguna compañía cada año. También así explicamos que cambiemos de operadora cada 3 o 4 años y que seamos una potencia mundial en cuanto a la venta de teléfonos de gama media-alta con acceso a Internet.
Pese a todo, el beneficio existe y de ahí de explica que en un mercado tan competitivo la usurpación de clientes esté a la orden del día. Por ejemplo, se estima que entre el 50 y el 60 por ciento de los abandonos son debidos a una promoción especial de otra empresa; unas cifras que caen hasta la mitad cuando lo que se nos vende son packs (televisión y llamadas incluidas, por ejemplo).
La decisión final sobre el modelo de negocio lo toman las telecos, pero al final los que decidimos si aceptamos los regalos o preferimos un buen trato al cliente fiel somos los usuarios.