El Mobile World Congress es un evento que gira alrededor del sector de las comunicaciones móviles y, claro está, éste abarca mucho más que los fabricantes de terminales móviles o los operadores. Lógicamente, sin las infraestructuras de red no sería posible la existencia de este ecosistema y, como podemos imaginar, los fabricantes de Nodos-B (que es el nombre que reciben en el estándar de UMTS las estaciones base) y demás equipos de red también tienen su lugar en este evento. Durante la feria, Nokia Siemens Networks ha presentado Liquid Applications, un nuevo concepto de optimización de recursos con el que pretenden reinventar las estaciones base para hacerlas mucho más eficientes.
El crecimiento de la demanda, tradicionalmente, se ha venido satisfaciendo con la propia evolución tecnológica de las redes móviles (GSM, GPRS, UMTS, HSPA, HSPA+ y LTE) que nos ha permitido aumentar el volumen de datos a transmitir. Sin embargo, además de cambiar la tecnología, una gestión eficiente de los recursos es fundamental para ofrecer al usuario la mejor experiencia de uso posible y evitar que, por saturación, se le corte una llamada telefónica o la navegación por Internet sea extremadamente lenta.
En este sentido, optimizar el uso de los recursos disponibles en una estación base también se convierte en una tarea crítica con la que siempre se busca usar de una manera eficiente los canales radio asignados y, como no, optimizar la capacidad de transmisión del propio nodo (la conexión de la estación base con la red del operador). En el ámbito de la gestión eficiente del espectro, parece que la senda a seguir es la de las small cells con la que dotar de mayor granularidad a las redes de los operadores pero, para Nokia Siemens Networks, la capacidad de transmisión también se puede optimizar gracias a Liquid Applications.
¿Y en qué consiste Liquid Applications? Liquid Applications tiene como objetivo maximizar el uso de la capacidad de transmisión de una estación base y, por tanto, crear una especie de memoria caché que minimice las peticiones de datos a la red para enviar a los usuarios datos que están ya cacheados en la estación base. Dicho de otra forma, cada estación base estaría dotada de la capacidad de analizar los datos que solicitan los usuarios que están dentro de su radio de influencia y, para los más comunes o probables, los almacenaría en una memoria interna para usarla como referencia en caso de recibir peticiones relacionadas con dichos datos.
¿Y qué tipo de datos se podrían almacenar? Imaginemos por un momento que un nodo recibe muchas peticiones relacionadas con la información meteorológica o con el horario de apertura de un parque; tipos de contenido que formarían parte de esta memoria del Nodo-B para que, en el caso de recibir alguna petición vinculada a datos que ya se manejan en el sistema, se envíen al usuario los que ya están en la estación base y eliminar así el uso de la capacidad de transmisión/transporte del nodo.
Es decir, gracias al planteamiento que ofrece Liquid Applications tiene como objetivo descongestionar las redes (sobre todo en el tramo que une la estación base con el core de la red del operador) y ofrecer así una mejor experiencia de navegación al usuario siempre que éste, claro está, solicite datos vinculados al área de influencia de la estación base (algo lógico y vinculado a las limitaciones de espacio de este tipo de almacenamiento)
Liquid Applications no es más que la punta del iceberg de un nuevo modelo de red mucho más inteligente que es capaz de ofrecernos contenidos vinculados a nuestra posición geográfica (el área de influencia de la estación base) u ofrecer calidades de servicio (QoS) en determinados servicios y, quién sabe, quizás en el futuro podamos encontrar markets de aplicaciones vinculadas a las propias estaciones base (un modelo que también vemos en algunos escenarios de aplicación de las small cells).
Via alt1040