La ciudad de Ann Arbor, en el estado de Michigan, ha sido la zona de pruebas (ya finalizadas y con un coste de 25 millones de dólares) para un sistema de comunicación del departamento de transporte del gobierno de EEUU que se basa en el envío de mensajes entre vehículos con el objetivo final de prevenir accidentes y hacer la circulación más fluida.
Esos mensajes, a razón uno cada décima de segundo, indican a otros vehículos habilitados su posición y velocidad. En el futuro, lógicamente, la información que serán capaces de recibir y gestionar será más amplia, con datos sobre accidentes, retenciones u obras en su ruta.
El objetivo de esta primera fase ha sido comprobar el funcionamiento de los sistemas de comunicación de los vehículos, que funcionan en la banda de los 5.9 GHz.
En las pruebas, los primeros vehículos que se están utilizando tienen un alcance de unos 300 metros para la comunicación con otros “compañeros” de experimento. Esos vehículos pueden salir ya de fábrica listos para este tipo de test o actualizarse con kits, incluyendo desde asientos con vibración para recibir avisos importantes hasta un panel con toda la información sobre el estado de nuestro entorno.
Por ahora no hay fecha prevista para ver este sistema integrado tal cual en coches de calle.
Via | xataka
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