Me decía Beatriz que ser Communty Manager en la empresa es una labor muy sufrida. Sufrida por el sentimiento de no estar al día en todo (a pesar de las búsquedas y lecturas incesantes), sufrido por no estar seguro de estar siguiendo a las personas adecuadas o los blogs verdaderamente referentes, y además por ser una labor de 24 horas al día (no hay un horario, no hay una actividad clara, no hay un proceso lineal automático,...) Todo requiere de no sólo interés o voluntad, sino de tiempo, de dedicación, de esfuerzo, de escucha, de imaginación. Algunos pensamos que deberíamos tener 2 cabezas (o dos cuerpos según se mire): uno para vivir y dormir y otro para estar en The Web. Nuestros amigos de Territorio Creativo nos contaban ya hace unos años las 7C del Community Manager pero quizá sean los testimonios actuales de los que trabajan en ello diariamente (me viene ahora a la memoria nuestras amigas de Más que Comunicación o de J.Mouriz en Cetelem) los que nos cuentan las vicisitudes, esfuerzos y sinsabores de una labor no siempre del todo valorada.
Foto vía Tcreativo
Las empresas por otro lado, en este mundo del Business Social, quieren seguir estando, quieren tener seguidores, quieren que haya debate y ellos estar ahí, pero se olvidan siempre de lo más importante: todo este asunto de las redes sociales tiene que ver con personas, no con programas de difusión o campañas temporales. No sólo se trata de aportar contenido sino de escuchar y hacer feedback. Veo que se sigue pensando en becarios a tiempo parcial o personas ajenas a este mundo, para poner en los equipos de SocialMedia o empeñando a personas al 10-20% de su tiempo, como si esta actividad no requiriese del total de la atención. Aunque se piensa que es una actividad que incluye (aún de forma muy indirecta) en el negocio y en la productividad, no se apuesta por ello, no se invierte en ello de verdad porque no se ve un retorno monetario directo. No sé lo que pensaréis vosotros pero noto que ser Community Manager en una gran empresa de momento sigue siendo un tema muy apartado de lo que realmente debería ser, al menos en dedicación e inversión.
3 comentarios:
Ya sabes que el término Community Manager apenas se usa en otros países: es un invento español. Y se sigue interpretando como evolución de los antiguos administradores/animadores de foros. Visto desde ese punto de vista, para escuchar/conversar con tu público se necesita un desembolso proporcional al tamaño de tu empresa.
La idea de los @azules —que bien conoces— pretendía dar una solución diferente. Igual que la innovación no se puede circunscribir a un equipo de 5 personas, el contacto con la sociedad también debe ser labor de (casi)toda la plantilla. Desde ese punto de vista, el "community manager" debería ser un repartidor de juego, un entrenador de empleados, un asesor ante las crisis, un hub de quejas detectadas...
Bajo esa concepción, ser "community manager" en una gran empresa no deja de ser difícil, pero el trabajo se vuelve mucho más apasionante. Por ejemplo, Movistar ha dado pasos en esa dirección, pero le falta culminar. Ahora que los directivos de arriba son 2.0, deberían dar el paso final.
Lamento aguaros la fiesta, esta historia ya la vivimos con los webmaster. Y sí, ellos también dijeron aquello de "estáis equivocados, las empresas se darán cuenta de que no pueden dejar en manos de becarios sus escaparates estratégicos de internet (sic)". Nada más lejos de la realidad. Es más, a día de hoy, un webmaster ya no es ni siquiera un becario, sino que se ofrecen gratis.
Para personas de 40 años o más, pensar en dedicarse a esta labor es cuando menos una aspiración poco realista, por dos razones:
1. No son nativos digitales (2.0 e incluso 3.0, que será el modelo donde madure la labor de CM).
2. En el entorno de crisis actual, en el que el esfuerzo principal en la generación de nuevos puestos de trabajo se centra en los menores de 35, y las expectativas que tiene el mercado laboral sobre los > 35 son otras: generación directa de negocio (y estamos muy lejos aún de que el socialmedia sea un canal de venta mayoritario, tan lejos como 10 años) o reducción de coste vía despido.
No estoy diciendo que esté de acuerdo con esta aproximación tan española (seguramente lo que acabo de decir sólo ocurra en España, en otros sitios valorarán más el seniority a la hora de elegir CM). Estoy diciendo que os enfrentáis a un mercado laboral que os expulsa de estas labores.
Sólo aquellos que se dediquen al socialmedia desde el autoemprendimiento podrán dedicarse a esta labor como "trabajo".
Por otro lado, las empresas en España abordan límites de presupuesto leoninos, por lo que las partidas de inversión en socialmedia son de las más perjudicadas, ya que aunque de cara a la galería se consideran estratégicas, los que trabajamos con presupuestos, resulta que es de ahí y de la formación desde donde primero nos piden recortar. Eso significa que a día de hoy, salvo empresas muy potentes (y no son más de 4), el 99 % sólo podrán permitirse pagar becarios para acometer labores de socialmedia.
Por último, y enlazando, es muy acertada la reflexión de Rafa: " el contacto con la sociedad también debe ser labor de (casi)toda la plantilla. Desde ese punto de vista, el "community manager" debería ser un repartidor de juego, un entrenador de empleados, un asesor ante las crisis, un hub de quejas detectadas... "
Esto significa dos cosas:
1. El socialmedia no quedará restringido como un área de conocimiento de especialistas, sino como una commodity NECESARIA y OBLIGATORIA para todos los empleados. Algo así como el inglés en tiempos recientes. La especialización no aportará valor.
2. El CM adquiere el papel de repartidor de juego, es decir, la palabra MANAGER pesa una tonelada, por lo que de cara a manejar la estrategia, quedan fuera los freakies del twitter, Facebook, google reader, instagram, what's up y demás, ya que las organizaciones valorarán las capacidades de liderazgo, dotes comerciales y políticas así como gestión de conflictos y crisis a la hora de elegir a estos managers por encima del número de redes sociales en las que se participa.
No deja de ser curioso, en este sentido, que, siendo el CM un Manager en toda regla, sea la profesión aspiracional de alguien que lleva 15 años despotricando contra todo lo que sonase a Manager en su entorno. Es una especie de justicia poética digna de una obra de Shakespeare.
Antes de menospreciar esta valoración os invito a esperar un año. Pasado ese tiempo, podremos ver si las cosas son como desea el soñador o como acabo de describir. Yo desde luego tengo claro que el titular del post no llegará nunca a ser CM como tal, al menos en régimen de asalariado (y como autónomo... no le veo sangre para ello la verdad).
Por cierto, no me escudo en el anonimato, él ya sabe perfectamente quién soy.
¡Amén!
JL: que te estamos escribiendo el blog nosotros ;)))
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